miércoles, 18 de julio de 2007

El fin

Hoy en el trabajo, le regalaron a una compañera para su cumpleaños la edición de bolsillo de "el atroz encanto de ser argentinos 1". Yo contribuí con ese regalo -sin saber qué iban a comprar-. Se escuchaban comentarios: "qué buen libro". Me quiero matar.

domingo, 10 de junio de 2007

Un motivo más

Aguinis cobra, todos los meses y desde hace 18 años, una jubilación de privilegio de 3600 pesos por su paso por la Secretaría de Cultura del gobierno de Alfonsín. Tenía 54 años cuando empezó a recibir la jubilación.

Hoy pesqué una entrevista a Aguinis en CNN en español en la que se quejaba porque "la argentina no tiene vocación de grandeza" y "la sociedad es responsable". Mudate, Aguinis, vos tenés vocación de jubilado de privilegio. Nos queremos ahorrar 3600 pesos mensuales.

sábado, 2 de junio de 2007

Campaña para que Marcos Aguinis se mude

Porque vivir en Argentina lo angustia, creemos que Aguinis debería mudarse, y ampliar la franquicia de "El atroz encanto de ser argentinos", escribiendo obras como

  • "El atroz encanto de ser coreanos" (en la que presentará la esquizofrenia nacional causada por la separación entre Corea del Norte y Corea del Sur, criticará el tiempo dedicado al trabajo en el sur e instará a la unidad nacional y, claro, al republicanismo)
  • "La angustiante felicidad de ser paraguayos" (sobre los problemas sociales que trae el ratio 2 mujeres por cada hombre, la relación conflictiva con argentinos, uruguayos y brasileros desde la guerra de la Triple Alianza y la necesidad de conservar la riqueza cultural y lingüística que supone el binlingüismo guaraní-castellano, pero, claro, instando a los paraguayos a mirar hacia el futuro, y-como siempre, adoptar el republicanismo)
  • "El sofocante éxtasis de ser polacos" (sobre la importancia de no olvidar el pasado y las invasiones nazi y rusa, y al mismo tiempo buscar consolidar sus vínculos a la unión europea, instando a la reconciliación sin olvido y -por supuesto- al republicanismo)

Las opciones son muchas. Y eso que ni siquiera empezamos con África, continente conformado por países atroces y encantadores si los hay.